jueves, 5 de noviembre de 2015

SIGGARKHA Primera parte

Tanto va el cántaro a la fuente, saltamontes...
Es sabido largamente que los porteños son botones y que -por otra parte- sienten una alevosa fascinación por la gilada.
Apenas ven algo exótico se le prenden como Pity a tuca gorda... así, entre sri sri ravi shankares y David Lebón cantando la del Gurú Mahjaraji, tanto fué tentado el espíritu porteño por la mística oriental que finalmente, se rindió sin tirar un puto tiro. A lo Astiz, digamos.

El cholulaje, la atracción fatal que siente el medio pelo del interior por la porteñidad, y los medios masivos de transmisión cultural hicieron el resto...

la cosa es más o menos así...

Corría el año 2015 y un joven discípulo del no-hacer se decidió a propagar por todo el territorio del país su palabra. Embargado de un sano espíritu de transparencia, pronunciaba verdades a quien quisiera escucharlo.



"Apenas llegue al Nirvana de Rivadavia, verán como se multiplican las desgracias, reduciré los krisnamurtis para que les duela bien el chacra, y les haré llover bramaputras de punta en vuestras propias taj mahals". Atónito, a medida que anunciaba catástrofes varias, una más temible que la otra, veía cómo se multiplicaban sus acólitos de manera exponencial. "Es de locos, mi fiel Horacigrahasta" señalaba al hermitaño de boca grande que lo seguía a sol y sombra. "Apenas mi verba pronuncia la palabra del ramaputrabraman, esta manga de repelotudranopos se hace más y más devoto de la penetratrudan in culeramanon"

Utilizando el cerrado idioma de los antiguos, el joven Siggarkha -como se lo empezó a conocer en el ambiente- expresaba así su sorpresa ante la extraña realidad.


"Eh! Siggarkha! deciles a esa manga de bramaputrizados la verdad! te los querés vacunar de dorapa! Garkha!" le gritaban a su paso, los que no habían sido objeto de su encanto. Siggarkha los miraba sin comprender muy bien la situación y se retiraba a reposar, agotado por el no hacer.

Al atardecer, regresaban sus fuerzas y mientras tarareaba mantras de Freddy Mercury, lanzaba otra premonición "Liberaré las fuerzas ancestrales del cepo que ata los pies de Vishnu y rebraputridolarizaré la Krishna, de modo tal que para comprar un puturulatidro sachet de annapurna, deberan mamar una lammuna durante días y días hasta que de ella brote el sagrado óleo de Jaganatha" "Si! Mamaremos lo que sea! pero que se vaya esta que nos da alimento, techo, tierra, procrear, progresar, AUH y Jubilaciones Universales" "El universal se hizo para otra cosa" gritaban los acólitos del atónito Siggarkha que se miraba con su fiel ladero y no entendía una bosta.

(CONTINUARÁ...)