Uno de los grandes monopolios dueños de los medios de comunicación en la Argentina explota el trabajo esclavo de adultos discapacitados y con problemas de entendimiento en sus programas televisivos emitidos en el canal de cable TODO NOTICIAS. No pueden salir de los límites de la propiedad en la que trabajaban ni conocen cuál sería su remuneración a fin de mes. Deben prestar colaboración permanente y decir lo que el dueño del grupo, el Sr. Hector Magneto, decide. No poseen libertad de pensamiento ni de opinión, siendo obligados a mentir constantemente sobre la realidad del país.
Aprovechando su incapacidad mental y sus debilidades psicológicas e intelectuales, estos pseudo periodistas son obligados diariamente a informar sobre los hechos que deciden los dueños y mandamases del grupo, a saber: Ernestina Herrera de Noble, Hector Magneto, Marcelo Bonelli, etc.
G.I.T. tuvo acceso a los documentos reservados en los cuales se les explica a estos fronterizos cuales serán las noticias sobre las que deberán informar al día siguiente. En su escaso entendimiento, estos limítrofes tratan de articular la información para complacer cada día a sus jefes recibiendo a cambio, una remuneración menor a la de sus colegas que ya son serviles de por si. Si alguno tiene un rapto de lucidez, es echado del Grupo o enviado de movilero a la Puna de Atacama.
La discapacidad intelectual es definida como una entidad que se caracteriza por la presencia de:
- Limitaciones significativas en el funcionamiento intelectual.
- Limitaciones significativas en la conducta adaptativa.
- Una edad de aparición anterior a los 18 años.
Pero, como ya se ha dicho, intrínsecamente unida a esta definición se establece el marco global en el que la persona con discapacidad se encuentra ubicada. Es decir, el objetivo no se limita a definir o diagnosticar la discapacidad intelectual sino a progresar en su clasificación y descripción, con el fin de identificar las capacidades y debilidades, los puntos fuertes y débiles de la persona en una serie de áreas o dimensiones que abarcan aspectos diferentes, tanto de la persona como del ambiente en que se encuentra. Las características de los sujetos explotados por el Multimedio, permiten apreciar que se dan todas las condiciones por las cuales estos individuos entrarían en la categoría de disfunción intelectual. Ya se ha dado participación al Ministerio de Trabajo y al INADI, para que evalúe el procedimiento a seguir en este caso.
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