Rápidamente se hace de la confianza del General. Éste lo valora de modo inmediato al ser mecánico, obediente y no hablar mucho, lo que lo "..hace muy parecido a Lopecito, o a Isabelita..." en palabras del Líder.
El sindicalismo Peronista rápidamente lo bautiza como "El Compañero Androide" y -dada su contextura- lo afilia a la UOM de Avellaneda.
No tardan en comenzar las operaciones que intentan vincularlo con la zurda loca, por parte de Victorio Calabró, quien vé rapidamente en él un cuadro político de fuste, que puede "..quedarse con todo" si sigue participando en las Asambleas sin ningún furcio, y "...fierreando como fierrea..."
Asimismo, sus compañeros de troupe, comienzan a notar rápidamente la hábil suplantación
Agotados los tiempos, su perfil comienza a adoptar el uniforme de la contraofensiva, pero con la onda de Villa Revol, obvio
Mientras tanto, en el entorno del cineasta, joven, pero ya pelotudo, comienzan a abrirse algunas fisuras
Una sorpresiva pero inevitable visita a Puerta de Hierro, no hace más que dar cuenta del creciente desprecio de sus compañeros, de sus tesis invariablemente pelotudas, y de lo pendular que era el viejo
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