miércoles, 15 de diciembre de 2010

DIE PUTSCH


Gárgola ciega
Embiste.
Golpea.
Y, en tanto llueve corteza,
la savia se va,
escondida
en los brotes más resueltos.

El pútrido
trazo de la garra
el espolón
embebido en la tinta
que hizo letras negras
Decreto-Ley
esperando la hora vacía
de firmar
de congelar y dar parálisis
al músculo altivo
y obstinado en:
reparar, mecer, dar risa
y ansiedad de rayos

Quedará sólo el tronco.
No estaremos ahí.
Andaremos, venciendo, para siempre,
en cada brote
empecinado que mira
al monstruo golpear
un tronco
vacío y
en flor.

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